martes, 31 de mayo de 2011

El perro es el termostato de tus emociones



El perro se es termostato de nuestras emociones, se inmola para salvar a la familia y se vuelve el síntoma o el problemático para que la familia se sienta sana.

Claudia y Fernando se están separando y tienen unos pleitos terribles enfrente de los perros, ellos solo miran pero desde la inminente separación los perro se han vuelto agresivos, atacan a cualquier perro que se les pone enfrente y también entre ellos mismos, les pregunto si antes era igual y me dicen que no que tienen unos cuantos meses que sus perros se comportan así, y que cada vez es más difícil controlarlos, cuando están solos en la casa todo está bien pero, cuando esta alguno de ellos comienzan las peleas, sin embargo son un poco más tranquilos cuando los saco a pasear dice Claudia, indago un poco y la agresividad de los perros coincide cuando empezaron las desavenencias, les sugerí que entraran a terapia de pareja y lo hicieron y a las pocas semanas los perros dejaron de pelear.

Luisa y Martín tienen un perro juguetón, y tierno, no tienen ningún problema excepto en el dormitorio, no deja que Martín toque a Luisa, el tiene que dormir en medio de los 2, y si lo tratan de bajar les gruñe y les suelta la mordida, le pregunto a Martín ¿tienen intimidad?, y él me dice con frustración no, que la tenían antes de tener al perrito esporádicamente. Lo primero que hice fue enseñarles a bajar al perro de la cama, y después les pregunte a cada uno ¿qué te gustaría que tu pareja hiciera por ti?, ¿qué es lo que te molesta de ella?, y descubrieron que los 2 estaban uno enojado con el otro pero no se atrevían a hablar, (lo que no lo hablas lo actúas), el trabajaba todo el día y cuando llegaba a casa solo quería ver tv y que ella lo atendiera, ella también trabajaba pero medio día, pero cuando llegaba a casa hacia la comida, paseaba al perro, limpiaba, y cuando Martín llegaba le decía tu ya descansaste ahora atiéndeme, como si los quehaceres del hogar no fueran pesados así que la forma de desquitarse de Luisa fue poniendo al perrito en medio para no tener intimidad.

Ante la tensión o clima emocional de una familia el duelos de lealtades el perro se enferma para salvar el sistema, como en el caso de familias donde no hay liderazgo el perro lo toma volviéndose territorial y posesivo.

Los liderazgos nos sirven como diagnostico de donde está el verdadero poder en la casa, pero muchas veces eso no se dice porque el otro se desmorona o se enoja. Ejemplo: Juan tiene 3 perros se casa con Samanta y ella no tiene perros pero ahora le obedecen más a ella que a él, no importa que tú los hayas comprado o adoptado, los que escogen al líder son ellos, esto se puede mejorar enseñándole a Juan a ser mejor líder, a compartir el poder, pero a veces resulta en separación y el pleito son los perros.

También necesitamos tratar a toda la manada igual, no podemos hacer diferencias porque lo que vamos a tener son perros celosos.

Estamos rompiendo las leyes de las manadas salvajes donde la jerarquía es la que decide quien come, quien cuida, quien se aparea, al traer al lobo a casa y hacerlo un inmaduro, está condenado a ser el niño eterno donde vamos a reprimir su instinto de caza y su agresividad, los volvemos parecidos a nosotros berrinchudos, ansiosos, chantajistas.

El costo de esta inmadurez es su independencia hacia nosotros y que pedimos de ellos obediencia, lamidas, que este limpio, nos mueva la cola, esté a nuestro lado.

Los perros se parecen a su dueño hay una co evolución manada hibrida humano-perro.

Los humanos necesitamos a los perros porque somos incapaces de dar a nuestros congéneres amor incondicional, admiración y gozo constante de vernos y nos regresamos a nuestra primera infancia donde éramos queridos por el solo hecho de existir.

Cuando adoptes una mascota tienes que aprender sobre perros porque ellos no entienden nuestras palabras, pero si nuestros gestos y actitudes, para ellos la comunicación es sensitiva, ellos se comunican por medio del olfato (tu olor corporal y tu estado de ánimo medido por tus feromonas), el tacto (su húmeda lengua y sus dientes), la vista (la capacidad de advertir movimiento ) y el oído (su capacidad de medición), por eso necesitas llenar sus necesidades básicas que son ejercicio disciplina y afecto, y yo agregaría los derechos de los niños porque eso es lo que son: vivienda digna, educación, salud, comida, respeto, no maltrato.

Ante la tensión o clima emocional de

se transforma en realidad

jueves, 5 de mayo de 2011

El compromiso que implica tener un perro


La evolución ha hecho que el perro se convierta de un lobo carnívoro a un lobo inmaduro (eterno niño) y omnívoro, y también las personas que viven en ciudades tienden a buscar perros chiquitos y flojos, con el pretexto de que las casas son muy son pequeños y es peligroso salir, los grandes artistas buscan perros de juguete llevándolos en mochilas carísimas y muy elegantes para presumir a su perro y tenerlo siempre cerca, no dejándolo ser “perro”, al no socializar, ni hacer ejercicio, o perros grandes “muy hermosos”, súper cuidados, donde el perro vive en la peluquería o no se le permite ensuciarse porque se ve feo, de tal forma que también no lo dejamos ser “perro”.

Mucha gente cuando está en casa lo saca a pasear muy poco o nunca porque tienen “un jardín muy grande y hermoso”, provocando animales encerrados como en los zoológicos, igualmente no lo dejamos ser “perro”.

Los perros necesitan caminar, distraerse, socializar al igual que nosotros, si hiciéramos esto mejoraría nuestra calidad de vida, no por algo el sedentarismo provoca la obesidad y sus consecuencias físicas y emocionales.

Buscamos al perro porque nos es difícil socializar y el tener un amigo implica el compromiso de cuidarlo, verlo, ser sincero, aceptación, comunicación, si no hay algunas de estas cualidades nos abandona, pero el perro NO, el siempre estará a tu lado, tiene una lealtad incondicional.

Por eso para los ancianos a veces es su único amigo porque los familiares lo abandonan, o para el niño su amigo incondicional en los juegos.

Los humanos no siempre llenamos todas la necesidades del perro, sin darnos cuenta que si no cuidamos bien a nuestro perro tampoco nos estamos cuidando a nosotros mismos, y estamos creando perros que tratamos como pequeños humanos o bebés, provocando cambios de conducta del perro que en vez de ayudarnos nos perjudican como la ansiedad por separación, perros destructores, perros peleoneros, que lo que indican es la incapacidad de liderazgo del ser humano al no poder ser su líder de manada, sin darse cuenta que si aprende ese rol podrá ser líder de sí mismo y de su entorno.

Necesitamos del liderazgo y la asertividad para educar a nuestros hijos, para enseñar a los alumnos, para manejar una empresa, es parte de la socialización y de nuestra cultura, pero es más fácil que alguien nos diga que hacer, y aprendemos a ser sumisos para tener menos obligaciones.

El tener un perro es una obligación igual que un hijo, tenemos que educarlo, darle protección, alimentarlo, cuidar su salud, amarlo con la diferencia que los hijos cuando crecen nos reclaman y el perro no puede.

El humano con la mascota se siente seguro de que hay alguien que lo quiere, que lo necesita, que no lo va a abandonar, que no le importa ni quien es ni como es, algunos cuidan el patrimonio al ladrar, en pocas palabras cubren nuestras necesidades afectivas y nos permiten una conexión con la naturaleza.

Los humanos nos hemos alejado de la naturaleza y de nuestros instintos, ya no salimos a caminar, de compras, a tomar un café, a la biblioteca, a la escuela, casi todo es en auto o por medio de la computadora, es por eso que tenemos enfermedades relacionadas con el sedentarismo, y el aislamiento social, hemos llegado a tal grado que para no socializar que nos llevamos el gimnasio a casa.

Te das cuenta de lo importante que es tener un perro, te ayuda a la socialización, compromiso, responsabilidad, aceptación, empatía, entretenimiento, estimulo mental, mejora tu salud física y emocional, te enseña a estar en contacto con la naturaleza y con tus instintos.